jueves, 15 de octubre de 2009
The Who - A Quick One
Cuando The Who grabó su segundo LP todavía faltaba mucho para que la banda se metiera al podio de titanes. Faltaba para las óperas rock intelectualizadas e híper-analizadas de Townshend, para las giras interminables a lo largo y ancho de los Estados Unidos y para los excesos de la década siguiente. No había llegado el éxito mundial que alcanzarían en tres o cuatro años.
Pero ya se podía ver que algo grande se estaba gestando. Después de cambiarse el nombre (antes eran The Detours y The High Numbers), publicaron una seguidilla de singles brillantes, definitivos. "My Generation", "I Can't Explain", "Pictures of Lily" o "The Kids Are Alright" son retratos sociólogicos perfectos. Así es como sentía, vivía y sufría una nueva generación de jóvenes dispuestos a hacerse oir a toda costa, a hacer valer su juventud y a diferenciarse de sus mayores. Las finanzas de The Who a mediados de los 60's dejaban mucho que desear. Kit Lambert, manager de la banda, instó a los músicos a proveer material nuevo de manera urgente. Esta vez iban a compartir los créditos, esto podía ser una manera de revertir la precaria economía de sus muchachos.
El momento cumbre de A Quick One es la mini-ópera que cierra el disco; "A Quick One (While He's Away)" una especie de culebrón costumbrista lleno de ironía y sarcasmo. Es la historia de Ivor, el camionero y su amante, la mujer infiel, el affaire atraviesa los vaivenes habituales; el momento en que se conocen, consuman el asunto, se separan, se redimen y a otra cosa. Pero la música es increíble, cada una de las secciones musicales tiene que ver con la historia, condimentando, adquiriendo protagonismo y cediendo. Claro, "A Quick One…" fue un anticipo de lo que se venía, les abrió varias puertas y ayudó a cimentar la fama de banda para ver en vivo con la que fueron ingresando lentamente al mercado yanqui. En el resto de las canciones continúa esa línea iniciada en los singles anteriores; el humor negro del gran John Entwistle para "Whiskey Man" y el que se convertiría en un estándar; "Boris the Spider". Ahí está también "I Need You" de Moon, mostrando claramente su fanatismo por los primeros Beach Boys y "Cobwebs and Strange", una extravagancia de aires circenses que lo pinta de pies a cabeza. Es cierto, no es una gran canción, pero a modo de retrato de un lunático es ideal. Towshend se despacha con el tema que abre el disco "Run, Run, Run", divertido, alegre y saltarín, con unos coros en falsetto bien agudos, pero es en "So Sad About Us" que su maestría como compositor de canciones se pone en evidencia quizás por primera vez. Es pop perfecto, con una historia de desamor agridulce y reflexiva, un estribillo memorable y melancólico a la vez. De más está decir que es la canción de A Quick One de la que más versiones se han hecho.
La reedición en CD es de esas que realmente valen la pena. "I've Been Away", "Doctor, Doctor" y "In the City" de Enwistle permiten apreciar su sentido del humor macabro y ácido. "Barbara Ann" de los Beach Boys, el cover de "Batman" de Neil Hefti, y sobre todo "Happy Jack", otra viñeta cómica y algo infantil para la que se llegó incluso a filmar un video promocional en el que los Who aparecían disfrazados de ladrones y terminaban envueltos en una guerra de tortas.
A Quick One puede no ser el disco indispensable de The Who, pero tengamos en cuenta esto; cualquier disco de los británicos es preferible a la mayoría de las producciones de otros artistas. Por si fuera poco, es una radiografía, un excelente registro de lo que la banda de Daltrey, Enwistle, Townshend y Moon estaba atravesando a mediados de la década del sesenta.
Escuchar online en YouTube o en Spotify.
Chequear también:
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The Hollies - King Midas In Reverse / Dear Eloise
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