martes, 29 de septiembre de 2009

The Jesus and Mary Chain - Darklands


El truco era prácticamente infalible. Una banda con una actitud escénica belicosa, tocando de espaldas al público, dando entrevistas con un acento incomprensible y unas canciones de pop efervescente sepultadas bajo toneladas de guitarras sucias, distorsionadas. Los críticos compraron casi sin vacilar, el público… también.

Después de Psychocandy, aquel debut que más de uno llevó a su disquería amiga al son de “me parece que está mal, me lo vendieron fallado”, los hermanos Reid se tomaron un descanso y se dedicaron a escribir canciones. En ese interín Bobby Gillespie dejo su puesto de baterista “de parado”, formó Primal Scream. Por esa época apareció una compilación de rarezas y caras B llamada Barbed Wire Kisses para matizar la espera de un sucesor propiamente dicho.

Lo primero que salta a la vista (o al oído para ser precisos) es el sonido, completamente renovado, más radial y depurado. Atrás quedaron las baterías llenas de cámara, las guitarras “pegadas” en la mezcla y las voces saturadas de reverb. El acento está puesto en las composiciones, no hay tanta mugre, hay sutilezas, arpegios narcóticos y cambios de dirección inesperados. Siempre dentro del espectro en el que se mueven William y Jim Reid, claro. No esperen arreglos sinfónicos ni tiempos musicales ajenos al 4/4 tradicional, ellos son expertos en el dominio de la canción pop, y dentro de ese esquema se mueven como peces en el agua.

Empiezan con "Darklands" un medio tempo relajado que va creciendo lentamente pero sin llegar a estallar en ningún momento. "Deep One Perfect Morning" es lenta y reflexiva, uno no puede menos dejarse arrullar por las voces aún detectando la ironía que subyace en los textos, nada es tan simple en las “tierras oscuras”. “Hablando rápido sin poder decir nada, yo me afeitaría la piel por vos. Hablando rápido al borde de la nada, me rompería la espalda por vos” dice "Happy When It Rains", un verdadero himno a la soledad, al estar en contra de todo “porque sí”, siempre conservando un costado romántico, soñador. "Down On Me" y "Fall" son sacudones eléctricos violentos, para no desentonar del todo con lo que nos habían acostumbrado pero una joya como "Cherry Came Too"… ¡eso no lo esperábamos! Es en esa canción que se entiende perfectamente de qué se trata Jesus and Mary Chain; son los Beach Boys, los Ramones y los grupos de chicas de los primeros 60's, todo tamizado por el sarcasmo de los 80's: “Cherry me lleva a ese lugar ahí arriba, con besos de cables pelados y su amor, Cherry y yo somos tan extremos, haciendo el amor al son de un grito”.

Después de Darklands el camino fue un constante “cuesta arriba”, cada uno de sus discos era comparado (un poco injustamente) con sus dos primeros álbumes. Pero también hay que decir que en todos hay buenos momentos y a lo largo de más de una década siempre han sabido meter un respetable puñado de canciones geniales. No es poco.








Escuchar online en YouTube o en Spotify.







Chequear también:

Jesus and Mary Chain - Honey's Dead
Teenage Fanclub - Bandwagonesque
The Raveonettes - Pretty In Black


1 comentario:

ultravivido dijo...

Yo agregaría que el gran aporte de Darklands es su atemporalidad. Un puñado de canciones tan cristalinas (aunque con ese efecto siempre engañoso, como bien decis) que no tienen fecha de vencimiento.

Si bien es cierto que Psyochandy es seminal y vanguardista, para mi este es EL disco de los J&MCH. Despues, tambien coincido, tienen buenos momentos por discos, pero nunca estuvieron tan entregados a la cancion como en Darklands.

Saludos

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